La masa quebrada, también conocida como pasta brisa o en su origen francés, pâte briseé, es una masa grasa muy fácil de hacer y muy versátil, con la masa quebrada podemos hacer tartas o quiches y tartaletas tanto dulces para postres como saladas para aperitivos o entrantes.
No hay acuerdo sobre cómo se hace la masa quebrada
o pasta brisa, incluso hay pasteleros que indican que la masa quebrada
y la pasta brisa tienen la diferencia de que la segunda no se hace con
huevo, pero entre las miles de recetas que podemos encontrar en los
libros y en internet encontramos casi tantas recetas de masa quebrada y
de pâte briseé como pasteleros o cocineros.
Una de la recetas de masa quebrada más común, sea
en su versión dulce o salada, es con la incorporación de huevo, también
las hay que sólo utilizan la yema, en estos casos resulta una masa con
un color más dorado. Y después encontramos recetas en las que se añade
también un poco de leche o agua, o únicamente se añaden estos líquidos
a los ingredientes principales de la masa quebrada (sin huevo y
resultando una masa de color más claro), que son harina, mantequilla,
azúcar y sal en distintas proporciones según el uso que se le vaya a
dar.
La Quiche Lorraine es una de
las más tradicionales recetas de cocina elaboradas con masa quebrada
salada, es de origen francés, concretamente de la región de Lorena,
elaborada con nata, huevos, bacon, queso… también hay varias opciones,
a nosotros nos gusta con el añadido de cebolla y entonces recibe el
nombre de Quiche Alsacienne.
Pero con la masa quebrada podemos hacer multitud de
tartas con los rellenos más tradicionales o innovadores, y lo dicho,
sean dulces o salados y en tamaño familiar o individual.
Ingredientes
Masa quebrada salada
200 gramos de harina floja o de repostería, 100 gramos de mantequilla,
1 huevo, 4 gramos de sal y una pizca de azúcar (que le da color en el
horneado).
Masa quebrada dulce
200 gramos de harina floja o de repostería, 100 gramos de mantequilla, 1 huevo, 50 gramos de azúcar glass y una pizca de sal.
Elaboración
Es muy importante que la masa sea poco trabajada para que no se convierta en una masa elástica. Puedes hacerla en la Thermomix
u otro robot o procesadora, o hacerla a mano, nosotros preferimos
hacerla a mano y trabajarla lo menos posible, pero ten en cuenta una
cosa, si la haces en un robot debes incorporar la mantequilla troceada
y fría, ya que éste proporciona algo de calor, y si la haces a mano, la
mantequilla deberá estar a temperatura ambiente.
La elaboración de la masa quebrada es muy sencilla, pon en un cuenco
la harina tamizada y añade la mantequilla pomada, mezcla ambos
ingredientes con la yema de los dedos hasta obtener una mezcla arenosa.
Seguidamente incorpora la sal y el azúcar en las proporciones deseadas
y el huevo, mezcla con las manos hasta que la masa se una, haz una bola
con ella y colócala en un cuenco cubierto con film transparente para
dejarla reposar en el frigorífico durante una hora, así tomará
consistencia.
Pasado este tiempo, estira la masa quebrada con el
rodillo, procura hacerlo lentamente para que la masa no adquiera
temperatura, pues se volvería a ablandar. Colócala a continuación sobre
el molde untad con mantequilla, para que el paso de la masa al molde
sea más sencillo, puedes hacerlo con la ayuda de una hoja de papel de
horno, enrollando la masa en el papel y desenrollándola sobre el molde, como se puede ver en la galería de imágenes.
Una vez que la masa está en el molde bien ajustada, recorta los
bordes que sobresalen, pincha la base de la masa con un tenedor y
hornea a 180º C hasta que la masa quebrada esté
dorada y lista para rellenar. Recuerda que si el relleno de la masa
necesita también cocción, deberás dorarla un poco menos, pues volverá
al horno.